Castrillo de Don Juan forma frontera en el Cerrato Palentino con las provincias de Burgos y Valladolid de cara al valle por donde transita el río Esgueva.

Fue lugar amurallado desde tiempos antiguos  por ser un lugar estratégico en la frontera, conservándose aún diversos restos de aquellas murallas.

Las bodegas representan el testimonio de la cultura y tradición vitivinícola de Castrillo de Don Juan. Son huecos subterráneos excavados en la tierra, generalmente en terreno de gran pendiente, en donde se hacía el vino y se guardaban los “carrales” con el vino de las uvas cosechadas, generalmente en viñedos propios o de familia, que continúa elaborándose de manera tradicional en las más de cien bodegas, que son frecuentadas durante todo el año.

En la actualidad, cuenta con unas 60 hectáreas de viñedo y a principios del siglo XX era el pueblo que más viñedo tenía de la Ribera del Duero.

En el mes de octubre se celebra la Fiesta de la Vendimia en este municipio.

En 2014 se estableció una Ordenanza Municipal para preservar y proteger este patrimonio centenario.