Interior de la bodega

Dentro de la bodega, encontramos el cañón de bajada y la escalera. El primero construido mediante muros laterales de mampostería de piedra y cubierto en unos casos mediante una falsa bóveda adintelada de lajas de piedra, en otros mediante roscas de pequeña mampostería de piedra y en algunos mediante vigas de madera de enebro sin desbastar, denominadas “latas”. Por encima de esta estructura se rellena de tierra procedente de la excavación conformando un nuevo perfil del terreno natural. Los peldaños, de proporciones regulares, suelen estar tallados directamente en la tierra, protegido el  canto con madera. Menos frecuentes son los casos en los que los peldaños son de piedra o ladrillo.

La cocina es generalmente un espacio pequeño situado en una posición intermedia a lo largo del recorrido de la escalera, en un nicho lateral, o al final de la bodega.

Al término de la escalera encontramos las sisas o naves que conforman el entramado subterráneo de la bodega. Excavadas directamente en el terreno, generalmente son de proporción alargada, de tamaño variable, cubriéndose mediante bóveda más o menos apuntada o aplanada. Es el espacio destinado para la conservación del vino, frecuentemente  con huecos o nichos en los laterales para la colocación de las cubas. En algunas bodegas, una de estas naves la dedican al lagar, el lugar dedicado a la  extracción del mosto.