El barrio de bodegas de Tabanera de Cerrato, se emplaza al norte del casco urbano, a unos 700 metros en dirección al vecino pueblo de Villahán. Tiene unos 12.000 m2 superficie y se alza sobre un minúsculo cotarro de forma sensiblemente circular cuya orografía  ha favorecido la implantación de estas cuevas desde hace siglos. Está dividido en dos zonas, separadas por la carretera, una de las cuales es de muy pequeña dimensión, albergando no más de una decena de bodegas, mientras que en la zona principal, hay más 50.

Las bodegas de Tabanera tienen una antesala de piedra que sirve de acceso, con una cubierta de tierras y vegetación, perfectamente integrada en el terreno y en el entorno. A continuación, viene el pasadizo descendiente que llega hasta las dependencias principales. Las puertas de entrada suelen ser de madera con orificios o huecos de variado y sugerente diseño, para facilitar la ventilación. Existen también varias zarceras y descargaderos para la uva.

La singularidad de Tabanera estriba en la delimitación precisa de su zona en forma de almendra, que se percibe claramente en la cartografía.